EL SELF POST COVID-LA MAQUINARIA INTERNA DEL SELF II

La realidad colectiva en la que vivimos ha sufrido una gran transformación en los últimos meses debido al escenario actual de pandemia en el que estamos inmersos. Es un cambio sin precedentes donde todos sin excepción nos vemos compelidos a cambiar nuestra manera de vivir e interactuar con nuestros semejantes, ello es debido a las limitaciones impuestas por el entorno hostil que está causando el virus. Este tiempo de angustia e incertidumbre está impactando profundamente nuestra realidad interna, porque el sufrimiento colectivo actúa como un potente catalizador que puede facilitar la transmutación de nuestros miedos más atávicos.

En función de cómo metabolicemos el estrés que ahora estamos enfrentando, aspectos esenciales de nuestro Self pueden verse muy amenazados, pero por otro lado este dolor emocional, puede ser una oportunidad inestimable para producir un gran proceso de reestructuración en todo nuestro sistema psíquico.

Nuestra identidad personal puede sentirse muy vulnerable ante esta situación actual de incertidumbre y una de las formas como nuestra mente intenta defenderse del dolor acuciante, es inhibiendo el daño emocional que sentimos, el hecho de no hablar o pensar sobre ello, nos hace sentir cierto control sobre las amenazas internas que percibimos. Pero esta represión activa de las emociones puede ser perjudicial psicológicamente y derivar en somatizaciones que actúen el dolor emocional en nuestro propio cuerpo.

De hecho la mejor vía, para poder asimilar adecuadamente el impacto emocional que se produce ante situaciones sumamente estresantes, es la expresión de como nos afecta internamente, es decir, si podemos comunicar lo que nos está afligiendo, este acto ejerce como método efectivo de afrontamiento porque nos ayuda a dar significado a nuestras experiencias reelaborándolas como no amenazantes y nos permite asimilarlas adecuadamente en nuestro sistema.

Nuestro Self conseguirá más coherencia interna aumentando significativamente el sentimiento de autocontrol frente a los sucesos de una forma eficiente.

Como vemos el Self tiene la potestad de proceder como mediador de nuestra salud psíquica, bloqueando su desarrollo y maduración con el mecanismo de la inhibición o reparando y reconstruyéndose a través de la conexión y expresión del dolor interno. Cuando reprimimos nuestras emociones, pensamientos o comportamientos como evitación al afrontamiento, se incrementa la acción del Sistema Nervioso Simpático que propicia la aparición de la enfermedad en nuestro sistema, pero si podemos llegar a confrontar las experiencias previamente reprimidas podemos reducir la cantidad de trastornos causados por la inhibición.

El efecto de vivir situaciones límite o muy estresantes puede modificar profundamente nuestra configuración interna, produciéndose un proceso de reestructuración psíquica y emocional sin precedentes.

Si logramos confrontar directamente los eventos, podremos eliminar amenazas crónicas del Self y construir un Sí mismo más resistente, el mero acto de expresar y descubrir un conflicto interno puede ser un agente terapéutico poderoso, después de la amenaza emerge la fuerza. Pero la oportunidad de crecimiento y maduración que lleva bajo el brazo esta pandemia no solo se circunscribe a nuestro Self particular, sino a todo el colectivo humano que forma la consciencia de grupo, esta consciencia colectiva es un tipo de estructura de información que produce coherencia a nuestro sistema de realidad.

No podemos vivir más de espaldas a este estado de interacción que compartimos con los demás, sabemos que los eventos que causan un profundo shock en el mundo tienen un potencial transformador inmenso. Pero depende de la polaridad interna de cada Self que el sufrimiento o el crecimiento se proyecte como una onda destructiva o constructiva en nuestra Consciencia Colectiva, por consiguiente todos tenemos una gran responsabilidad a la hora de afrontar el caos sobre cuánta supervivencia podemos generar en el mundo.

Podemos experimentar que lo que estamos viviendo nos esta alienando o podemos empezar a generar una consciencia de grupo que permita la sostenibilidad de nuestra especie.

Esta amenaza global que vivimos en la actualidad debe ser el catalizador que finalmente conecte nuestro Self con la totalidad, nunca estuvimos separados, la supervivencia no es para el más fuerte sino para el grupo más cohesionado. El alcance de nuestra individualidad descansa en la calidad de la generosidad y el altruismo que podemos aportar al colectivo, sin interrelación no seríamos nada, ni siquiera hubiéramos podido desarrollar esta mente, este Self que ahora busca como resistir la disgregación que este caos lleva implícito. Ahora tenemos todos juntos una valiosa oportunidad de crecimiento y superación, en nuestra mano esta el conseguir que nuestro Self no se convierta en un lastimado Covid post traumátic.