ENTROPÍA PSÍQUICA

En nuestra realidad física existe una ley natural referente a la energía disponible en un sistema cerrado que con el tiempo genera desorden, este desgaste se llama entropía y es la responsable que todo tenga un límite de caducidad, en los seres vivos  equivale a la enfermedad, vejez y muerte. Pero antes de llegar a este desenlace, la vida tiene un propósito que es la evolución la cual permite que el crecimiento, el aprendizaje y el cambio sean posibles, de hecho la habilidad de retener información es lo que posibilita la experiencia.

Los sistemas biológicos evolucionan con una finalidad que es progresar, su existencia está dirigida a encontrar modos de ser y relacionarse más provechosamente.

Las cosas cuando crecen, por un cierto periodo de tiempo reducen su entropía, aquí es donde tenemos que fijar nuestra atención, en un proceso continuo de cambio y readaptación. En nuestra mente la energía disponible se manifiesta en la forma de fuerzas instintivas, impulsos, deseos, sentimientos y emociones, cuando la información que está en la parte inaccesible de nuestra psique empieza a desorganizar la conciencia debido a la presión interna, sucede el desorden interior o entropía psíquica, un desorden de la personalidad que menoscaba su efectividad. El sistema psíquico debe reajustar su estructura para seguir siendo compatible con su ambiente y evitar que las perturbaciones le provoquen que entre en crisis, este es el pulso que debemos mantener constantemente para ganar el asalto a la enfermedad y al sufrimiento, necesitamos una incesante transformación y trabajo con nuestros introyectos psíquicos para intentar mantener la homeostasis en nuestro sistema.

Las organizaciones y sistemas que no se renuevan tienden a desaparecer o extinguirse, solo están llamadas a perdurar en el tiempo aquellas organizaciones que evolucionan, que permanecen en continua innovación de sus procesos, evolucionar es superar una situación y asumir la siguiente.

Desarrollar nuestro autoentendimiento y bajar nuestra entropía psíquica, es el resultado deseable para poder automodificarnos a través de un gran número de posibilidades a un estado de mayor rentabilidad. El autoanálisis puede ser un gran aliado nuestro para conseguir la reorganización necesaria que se necesita, para alcanzar estadios más altos de orden en nuestra mente, al sublimar la energía de los impulsos y conflictos no resueltos que están retenidos en la parte no consciente de nuestro psiquismo.

Debido a la liberación de este potencial estancando, la energía psíquica disponible se incrementa y nuestro Ser puede transfundir al medio a través de sus elecciones y creaciones, más orden y empoderamiento, que ayudan a bajar la entropía del sistema en el cual existe, un Todo Mayor que evoluciona gracias al progreso de sus partes.