EYACULACIÓN PRECOZ

El rasgo esencial de la eyaculación precoz no es solo la rapidez de la eyaculación sino la ausencia del control voluntario sobre el reflejo eyaculatorio, este es el punto más importante a tener en cuenta a la hora de abordar este trastorno del orgasmo, donde si el paciente aprende a darse cuenta de sus sensaciones podrá controlarlas. Los eyaculadores precoces no reciben las sensaciones premonitorias del orgasmo por lo tanto tienen una incapacidad para controlar el sistema nervioso que es responsable de la eyaculación.

Para paliar esta disfunción se intenta manejar la ansiedad de la eyaculación anestesiando las sensaciones eróticas previas antes del orgasmo ocasionando la pérdida o disminución de la sensibilidad durante la eyaculación lo que puede llevar a la pérdida de la erección y del deseo sexual.

El acto sexual puede resultar doloroso a causa de la falta de lubricación de la pareja, el resultado final es un círculo vicioso en el cual la frecuencia del acto sexual se ve reducida y se potencia la eyaculación cada vez más rápida, esto puede llevar a la desvalorización de la propia imagen y la evolución podría llevar a una impotencia psicológica. No es un eyaculador precoz aquel que después de un largo periodo de abstinencia no logra controlar su eyaculación. Las causas psicológicas suelen ser las más habituales, la ansiedad cuando se inicia una relación, el temor al fracaso y la obsesión por no fallar pueden hacer disparar el reflejo eyaculatorio rápidamente y sin control.

Una vez se ha dado un episodio de eyaculación precoz la angustia que provoca el no haber podido controlar la eyaculación, a menudo es suficiente para que se siga provocando similar patrón de respuesta, la eyaculación precoz nunca se arregla con el tiempo. El tratamiento exitoso consiste en que el paciente pueda tolerar periodos intensos de excitación, los métodos que centran repetidamente la atención del individuo a las sensaciones que existen antes del orgasmo son las que funcionan.

El objetivo es que progresivamente se aprenda a dominar la excitación y sobre todo a controlar el momento en que se quiere eyacular, eliminar la ansiedad es el primer paso a dar para enfrentar con éxito esta disfunción.