IDENTIDAD SEXUAL

La identidad sexual llamada también identidad de género comienza con la percepción de pertenencia a uno u otro sexo y se desarrolla en la primera infancia, el elemento principal en la constitución de la identidad sexual es de orden psicológico. La inclinación sexual se deriva de procesos identificatorios que se generan entre el niño y el padre y la niña y la madre, de este modo se determina el objeto del deseo erótico y amoroso que brindará gratificación sexual.

Nacemos seres sexuados con un sexo biológico determinado y nos hacemos sexuales con una identidad de género específica, el proceso de convertirse en hombre o mujer es un proceso lento y complicado que involucra factores genéticos, psicológicos, sociales y culturales, es un proceso extremadamente complejo.

El procedimiento de la construcción de la identidad de género no se realiza de la misma manera en los niños que en las niñas, ya que las normas diferenciadas elaboradas por cada sociedad para cada sexo no tienen la misma consideración social existiendo una clara jerarquía entre ellas. Junto con la identidad de género es necesario distinguir la identidad u orientación sexual que se refiere a la preferencia del sexo que debe poseer el compañero sexual, lo que da pie a diversas orientaciones como heterosexual, bisexual y homosexual.

El psicoanálisis valiéndose del inconsciente y la clínica, intenta dar cuenta de cómo las experiencias tempranas son determinantes en la estructuración de la masculinidad y la feminidad, donde la construcción de estereotipos, la forma de ser, hacer y relacionarse tienen sus correlatos en los primeros años de vida.

En realidad las diferencias de género son construcciones sociales que acontecen a lo largo de la vida y que pueden ser cambiadas, hecho que no ocurre con las diferencias biológicas, la dimensión de género está presente desde las etapas iniciales de la vida y puede condicionar la calidad de nuestras trayectorias vitales.