LA AGRESIVIDAD EN EL SEXO

La pulsión agresiva es una respuesta a la perturbación provocada por distintas necesidades básicas, existe una estrecha relación entre los circuitos de la agresión y los de la reproducción en el cerebro límbico, debido a esta concordancia podríamos pensar que esto explicaría porque algunas personas experimentan placer con la violencia o tienen conductas sexuales agresivas.

Investigaciones recientes demuestran que cuando el mecanismo de la reproducción está activado en el cerebro,  no se puede accionar a la misma vez el de la agresividad, por esta razón no podemos dar una interpretación puramente genética de la existencia de comportamientos agresivos en el sexo.

Las experiencias y la educación contribuyen a la estructuración de las emociones, en las sociedades puritanas que estimulan la seducción constante pero reniegan de la satisfacción,  generan que las descargas sexuales sean mucho más agresivas y perversas. También la pornografía masoquista en donde la violencia y la excitación sexual aparecen unidas puede ayudar a una asociación condicionada entre la excitación sexual y las respuestas violentas.

Vemos que la agresividad sexual está relacionada con conflictos intrapsíquicos donde la pulsión no puede ser neutralizada o canalizada por expresiones sexuales más afectuosas. 

El sexo forma parte de nuestra vida desde el momento en que nacemos y en un primer estadio nuestra libido se expresa a través del autoerotismo evolucionando a medida que crecemos. Somos seres sexuados y nuestra salud mental dependerá de cómo hayamos integrado nuestras pulsiones con nuestros afectos, solo así  podremos expresarnos de una forma completa.