AMOR INCONDICIONAL

Sentir es el don más sublime para todos los seres conscientes nos interconecta con  el gran entramado de energías que moldean esta realidad física. La evolución de nuestro cerebro nos ha llevado al nivel de desarrollo cognitivo que ahora poseemos, pero existe una emoción en mayúsculas que escapa al control de cualquier dictamen racional, un afecto que no conoce razones.

Amar este impulso inefable del que tanto se ha escrito, es nuestra fuerza motriz, el que nos incita a expresar lo mejor de nosotros mismos.

Nuestra mente no puede inferir dónde reside la procedencia de esta potencia creadora, ahondando en nuestra parte más esencial podremos dilucidar su ascendencia. La evolución  se sirve de esta fuerza integradora para lograr que la vida persista, que sea posible construir un legado de futuro, nosotros como consciencias formamos parte de esta pulsión de amor, somos latidos de un alma mayor que nos vincula a todos en una realidad superior. Pero cuando como individuos tratamos de expresar lo que somos, nos enfrentamos con nuestras propias carencias que intentamos colmar con las demandas del otro, buscando desplegar todo el potencial que poseemos en espera de ser actualizado, pretendemos en la mirada amada encontrar nuestro propio ser idealizado y validar nuestra idoneidad como individuos.

El valor personal es inherente a cada ser y criatura, hemos perdido todo nuestro poder  permitiendo que nuestro mundo objetivo nos conforme, creemos que necesitamos estos apegos para poder sentir quienes somos y así poder desechar nuestras creencias de falta de valor.

Hemos olvidado la conexión con nuestra fuente ilimitada de afecto, solo necesitamos volver nuestra mirada, no precisamos nada que ya no poseamos por derecho. Cuando conectamos con esta verdad, sentimos que manifestar e irradiar esta calidad emocional que nos configura, nos permite nutrir todo nuestro entorno, al mismo tiempo se produce la magia, al querer somos capaces de crecer. El amor del que hablamos es sin duda sin condiciones y su máxima expresión es cuando damos sin esperar nada a cambio, sin requisitos ni objeciones, a través de él nos expandimos como consciencias, en la compasión y empatía hacia todo lo que nos rodea. Es el sentimiento más unitivo que existe, debemos dejar de atesorar afectos caducos que intentan llenar nuestros vacíos en este mundo racional en el que vivimos y conectemos con la plenitud que ya somos!