AUTOSUGESTIÓN: REPROGRAMAR LA MENTE

Nuestra mente que engloba todas nuestras facultades cognitivas existe la mayor parte del tiempo en un estado automático, aunque creamos que guiamos de una forma totalmente consciente nuestros pensamientos y acciones, lo cierto es que nuestra red neuronal base de nuestro sistema cognitivo, está formada de experiencias, emociones e información que hemos registrado previamente en el pasado y que sirve de hoja de ruta para todas nuestras experiencias en el presente. A nivel bioquímico esto se traduce en que los péptidos que existen en nuestro hipotálamo se ensamblan en neuropéptidos específicos que solo hacen que reforzar las rutas de nuestra red neuronal que hemos creado con los años y que sin darnos cuenta de ello consolidan cada día más patrones de repetición.

Esto significa que si queremos cambiar nuestra bioquímica cerebral que es quien genera nuestra identidad debemos cambiar nuestras actitudes y la forma como interactuamos con el mundo.

Si accedemos todos los días a las mismas emociones y actitudes no podremos salir de nuestra programación automática, no tendremos ninguna posibilidad real de cambio o evolución, al no poder controlar la manera en que procesamos nuestros afectos, no somos conscientes de la dependencia química que nos producen nuestras redes neuronales ya estructuradas en el tiempo.

La buena noticia es que poseemos un gran potencial para el cambio en nuestro sistema nervioso debido a la plasticidad, que es la propiedad de crear nuevas conexiones, y esto nos permite generar y crear nuevas rutas neuronales conscientemente con patrones emocionales menos disfuncionales. Una de las formas de crear nuevas realidades en nuestra mente es a través de la autosugestión, que es una técnica donde a través de nuestra intención focalizada en los pensamientos, sentimientos o comportamientos podemos cambiar nuestras rutas neuronales antiguas y modificarlas por rutas neuronales nuevas, operando desde nuestra consciencia en una frecuencia cerebral específica.  El estado “alfa” es un estado de ondas lentas en nuestro cerebro que se consigue a través de la relajación psicofísica y es un estado donde la mente es muy permeable a sugestiones autoinducidas y programaciones mentales positivas.

La autosugestión funciona si realizas un trabajo prolongado de precondicionamiento, es decir, necesitas cada día durante cierto tiempo, reforzar los comportamientos o emociones nuevas a través de afirmaciones o pensamientos muy focalizados en estado alfa, estos pensamientos deben ir acompañados de emociones que representen el objetivo ya conseguido, esto sirve para generar una nueva química cerebral que pueda fijarse a las nuevas rutas neuronales que queremos crear.

La intención nos permite focalizar toda nuestra energía mental en algo muy concreto y esto produce como un canal energético donde la  densidad energética es mucho mayor para producir cambios.

A través de la autosugestión además de crear nuevos condicionamientos podemos desactivar emociones, pensamientos disfuncionales y adicciones que siguen en nuestro sistema porque no tenemos control sobre ellos, somos en definitiva adictos a la química cerebral que refuerza cada día más aquello de lo que queremos escapar. La reprogramación mental a través de la autosugestión es una vía que debemos tener muy en cuenta si queremos empezar a diseñar una nueva vida libre de programaciones emocionales del pasado, de hecho no ser realmente conscientes de nuestras limitaciones, ni de estar viviendo una existencia reactiva, nos impide desarrollar plenamente todo nuestro potencial interno.