COMO TRATAR LA ANSIEDAD
La ansiedad es una señal de alarma del organismo y es la responsable de la producción de síntomas en nuestro cuerpo, frente a una situación de peligro que puede ser procedente del exterior pero modificada por nuestras fantasías o bien procedente de nuestra parte psíquica más instintiva e inconsciente, se produce esta sensación a la que llamamos ansiedad.
Esta ansiedad interna se presenta por un miedo difuso que empezamos a sentir sobre algo que desconocemos y se convierte en angustia cuando empieza a provocar síntomas psicosomáticos y este miedo se trasformará en fobia al focalizarlo sobre algo concreto.
Las fobias se mantienen porque las reforzamos negativamente, es decir nos escapamos de la situación temida haciendo que los mismos mecanismos de evitación nos aten mas a ellas. Los síntomas psicosomáticos que se producen por la angustia que percibimos, son los que nos encadenan a este trastorno de ansiedad, al evaluar catastróficamente estas sensaciones internas que inundan nuestro cuerpo que se llaman interoceptivas, entramos en un circulo patológico, al instaurarse una reacción de pánico incontrolable por dichas percepciones que es difícil de romper sin el tratamiento adecuado.
La técnica de reestructuración cognitiva focalizada ayuda a reinterpretar las sensaciones internas correctamente y la exposición o desensibilización ayuda a que la persona se exponga al estímulo temido sin que se den las conductas típicas de evitación , lucha o huida. Cuando se aplica este procedimiento de forma sistemática se produce la habituación junto con la extinción de las conductas de evitación, entonces la ansiedad disminuye y ya se pueden afrontar las situaciones con tranquilidad.
Como en todo proceso de habituación es imprescindible que los sucesos se repitan durante mucho tiempo, hay que exponerse a las circunstancias temidas sin huir, esto se logra a través de un mecanismo de aprendizaje
Después de esta primera fase de tratamiento donde la ansiedad disminuye hasta llegar a desaparecer, es recomendable seguir en terapia, debido a que la eliminación de los síntomas es insuficiente para que se produzca el cambio profundo que se necesita para solucionar nuestros conflictos intrapsíquicos. Estas pugnas internas son el origen, mayoritariamente a un nivel inconsciente y automático, de la ansiedad que sentimos golpeando nuestro sistema, como aviso de que hay algo que debemos revisar y modificar en nosotros, para poder enfrentar con éxito los desafíos continuos que se producen en nuestras vidas.