CONFLICTOS INTRAPSÍQUICOS

Cuando nos sentimos bajo presión solemos hacer un análisis de la situación para tratar de descubrir que es lo que perturba nuestro bienestar, buscando en el exterior, intentamos identificar sucesos que puedan ser el origen de nuestro malestar. Pero si aprendemos a volver nuestra mirada y empezamos a autoanalizarnos, hay una serie de dinámicas internas que empezarán a manifestarse a nuestra consciencia y éstas son los conflictos intrapsíquicos.

Estos conflictos se producen entre instancias de nuestra propia personalidad, en las mismas entrañas del yo y se refieren a conflictos surgidos entre dos tendencias opuestas dentro de uno mismo.

Aceptar esta realidad es difícil porque nuestra organización narcisista, nos impide muchas veces, que podamos conectar con el verdadero origen de las situaciones conflictivas que vivenciamos en nuestra vida, debido a que siempre buscamos fuera de nosotros el problema. El conflicto intrapsíquico se produce entre las instancias conscientes, representantes de los aspectos defensivos controlados por el yo y el inconsciente, donde reina el deseo y lo reprimido, lucha que genera mucho desgaste y padecimiento.

A través de la identificación de estos conflictos internos, podemos contactar con una serie de patrones inconscientes que se originaron cuando se formó nuestro sistema psíquico, estos patrones intervienen sin darnos cuenta de una forma compulsiva y repetitiva en la toma de decisiones.

Poder identificar estas dinámicas internas nos libera de una serie de cargas, que al no haber sido previamente contactadas ni reconocidas, se proyectaban de una forma totalmente inconsciente a todo nuestro mundo relacional. Como no sabemos cómo se formó nuestra mente y nuestra personalidad, ni que dinámicas siguen activas en nuestros estratos más profundos, la existencia de este material intrapsíquico es desconocido por la mayoría de nosotros.

A través de métodos introspectivos tenemos la posibilidad de hacer conscientes todos estos estados internos, esto por sí mismo nos brindará la posibilidad de entender y superar los conflictos desde una nueva perspectiva. Asimilar nuestras propias incongruencias es algo sumamente valioso para poder encarar los desafíos de la vida cotidiana con un nuevo nivel de energía psíquica, que se verá enormemente incrementada, al estar finalmente libres de los propios enfrentamientos internos.