CRISIS DE PÁNICO

Vivir una experiencia de pánico incontrolable es una de las situaciones más perturbadoras que existen, debido a que en ese momento, no disponemos de ningún mecanismo defensivo que pueda dominar la angustia que sentimos. Este trastorno de ansiedad se origina cuando nuestro sistema de alarma entra en acción sin que realmente sea necesario, debido a una carga afectiva que es separada de la representación que hemos reprimido en nuestra mente y se ligará a una representación sustitutiva.

Algo que en su momento nos afectó emocionalmente y se reprimió, esa energía psíquica contenida que se descarga en nuestro sistema, vuelve con fuerza en forma de crisis.

Esto generará que se instalen síntomas fóbicos o síntomas psicosomáticos al no poder controlar la aparición súbita de la angustia, que ha sido liberada sin relación alguna con lo que está aconteciendo en esos momentos en nuestra vida. Esta angustia está relacionada con fantasías, conflictos y afectos inconscientes que no pueden ser procesados de una forma racional, si no tratamos este trastorno, al final entramos en un bucle cerrado donde las condiciones de cada ataque son semilla del siguiente, y donde las fobias empezarán a instaurarse en nuestra vida restringiendo nuestros movimientos y minando día a día nuestra libertad.

Las manifestaciones corporales que sentimos en estas crisis no son más que los estragos que produce en nuestro cuerpo una mente asustada. Hacer conscientes estos aspectos de la vida mental y volverlos menos amenazantes es un paso importante en el tratamiento psicodinámico del trastorno de pánico, necesitamos ubicar en nuestra historia las razones subjetivas de las manifestaciones de la angustia.

En análisis tenemos la posibilidad de entablar una relación verdadera con la dimensión de la ansiedad y darle una resignificación cambiando el contexto y elaborando los conflictos y condiciones traumáticas.

Cuando nos vemos afectados por el pánico no tenemos recursos para manejar racionalmente una situación que nos parece amenazante y sentimos que estamos delante de una experiencia límite. Es importante que aprendamos a trabajar con la reacción que se desencadena frente la angustia, si podemos tolerar nuestros síntomas psicosomáticos, esto nos generará más confianza para superar y llegar a controlar totalmente nuestras crisis. La vida está llena de desafíos constantes es fundamental aprender a gestionar nuestras reacciones emocionales para garantizar nuestra salud psíquica.