DOLOR EMOCIONAL

Por dolor emocional entendemos un sufrimiento interno persistente que no cesa provocado por sentimientos negativos intensos que no sabemos cómo resolver, es un aviso de nuestro psiquismo de que existen factores emocionales que no han sido debidamente elaborados y permanecen en nuestro sistema produciendo desorden y dolor. En ocasiones, el resolver una determinada circunstancia en nuestra vida nos puede liberar del dolor emocional, pero la mayoría de veces  es más complejo que cambiar o eliminar un factor estresante, el dolor emocional puede estar relacionado con un sinfín de emociones que no han sido debidamente tramitadas en su momento.

Descubrir que emociones subyacen detrás del dolor emocional es la primera parada que debemos hacer si este pesar no cesa por mucho que cambiemos nuestra conducta o nuestra forma de procesar nuestros pensamientos disfuncionales, entonces debemos incidir en nuestras emociones que seguramente permanecerán bloqueadas y proyectadas fuera de nosotros por no poder asumir su carga afectiva. Generalmente el dolor emocional no está relacionado con una sola emoción concreta, sino que cuando sufrimos afectivamente se disparan un gran número de emociones concatenadas que suelen pasar por el miedo, rabia, odio, autorecriminación, culpa, una amalgama de emociones que una sola circunstancia determinada en nuestra vida puede desencadenar.

Para resolver totalmente el dolor emocional debemos hacer una introspección profunda y honesta de cuáles son las verdaderas emociones involucradas que no podemos tolerar en nuestro sistema, generalmente éstas emociones son las que proyectamos en los demás por eso es tan difícil admitirlas como propias.

Una investigación profunda de lo que sentimos es una vía correcta para poder llegar finalmente a elaborar todas las emociones implicadas en nuestro proceso de aflicción, el dolor emocional puede ser una gran oportunidad para trabajar viejas heridas del pasado que vuelven a actualizarse y poder cerrarlas definitivamente. No debemos subestimar un dolor afectivo que permanece en el tiempo porque puede ser semilla de futuros trastornos psicológicos, si no podemos a través de nuestro propio autoanálisis localizar los focos emocionales conflictivos internos, necesitamos buscar ayuda especializada que nos ayude a conectar con las emociones reprimidas que tanto nos cuesta asimilar. Debemos poder ver el dolor emocional como una gran ocasión para restaurar todo nuestro sistema afectivo que seguramente contiene aún muchas emociones soterradas del pasado y que ahora pueden a través de nuestro pesar ser finalmente reconocidas.