EL ORGASMO FEMENINO
El orgasmo femenino siempre ha estado rodeado de cierto misterio debido a la complejidad de la sexualidad femenina. Acceder a la identidad como mujer implica atravesar un intrincado recorrido al no ser el orgasmo exactamente ubicable, no tener un producto visible que certifique que ha tenido lugar y que puede fingirse fácilmente, puede llevar a muchas confusiones sobre su dinámica.
Los investigadores Masters y Johnson han probado que todos los orgasmos en las mujeres son causados por la estimulación del clítoris ya sea directamente o indirectamente, acompañado a veces por una eyaculación que es la expulsión de un fluido producido por las glándulas de Skene que están situadas en la pared anterior de la vagina.
El líquido expulsado es un líquido transparente que surge de la uretra y tiene una composición parecida al líquido generado en los hombres por la próstata. El orgasmo femenino se diferencia del masculino, pero aun así algunas mujeres pueden buscar tener un orgasmo tangible, impactante, reprimiendo sus percepciones eróticas y autodescalificando parte de su erotismo, pero no hay número, no hay medida, no hay ley que estipule como ha de ser su placer.
Hay una incertidumbre a veces en la falta de goce yendo de un objeto sexual a otro, con la ilusión de encontrar el hombre que les enseñe de sí mismas que las introduzca a su condición femenina. No debemos olvidarnos que la ansiedad juega un gran papel para alcanzar el orgasmo, ansiedad de no complacer a la pareja o de creer que no se va ha llegar al orgasmo, el estigma de ver el sexo como algo prohibido por la educación recibida o algún trauma del pasado pueden dificultar enormemente el acceso al placer. Es muy importante el sentimiento de ternura en la vida erótica de la mujer pero para el hombre puede surgir el temor a feminizarse.
Debemos encontrar la forma óptima de poder expresar nuestra sexualidad solo nosotras conocemos en nuestro interior como conseguirlo.