EL YO Y EL ELLO
La teoría psicoanalítica establece la existencia de diferentes partes en nuestra personalidad, el sector más primitivo e inaccesible se llama Ello, contiene todo lo heredado y los impulsos instintivos. El recién nacido está solamente conformado a este nivel, los otros componentes de la personalidad evolucionarán más tarde y a partir de él.
El Ello expresa la verdadera intención de la vida del organismo: la inmediata satisfacción de las necesidades innatas como la supervivencia, alimentación y sexo, por lo tanto se regirá por el principio del placer.
Esta parte es totalmente inconsciente, irracional e ilógica y no se rige por ningún tipo de valor moral. Con el tiempo esta parte primitiva de la personalidad bajo la continua influencia del medio ambiente va modificando una capa superficial que se llamará Yo, la cual cobra conciencia y tiene por función la comprobación de la realidad, así como la regulación y control de los deseos e impulsos provenientes del Ello que sigue existiendo a un nivel más soterrado. El Yo es el aparato psíquico o parte de nuestra personalidad con la que nos identificamos que responde frente a los estímulos del mundo externo y que está en contacto con la realidad de lo que está pasando en nuestro mundo objetivo, así podemos decir que el Yo se rige por el llamado principio de la realidad, que tiene siempre en cuenta la utilidad o el perjuicio de nuestra conducta.
En el Yo es donde se origina la represión que actúa como mecanismo psíquico defensivo y su función es lanzar al inconsciente los contenidos conscientes desagradables.
La censura es otro mecanismo defensivo que no deja que ciertos contenidos considerados incómodos puedan manifestarse clara y directamente. Estos contenidos se modifican y deforman para que sean expresados simbólicamente sin ser reconocidos, esto ocurre durante el sueño y lo hace de forma muy parecida a como actúa la represión durante la vigilia, estos mecanismos se han desarrollado en nuestro psiquismo para protegernos de la angustia.
Para el desarrollo de una mente no neurótica el Ello debe ser controlado por el Yo o principio de la realidad. La terapia analítica o el autoanálisis nos brinda la posibilidad de conseguir cada vez, cotas más altas de libertad en nuestras vidas, debido al incremento del conocimiento de estos mecanismos que actúan en nuestro psiquismo, en definitiva nos permite hacer consciente lo inconsciente.