LA CULPA EN LAS DISFUNCIONES SEXUALES
Existen innumerables prejuicios y creencias sobre el sexo que han determinado muchas conductas represivas y psicopatológicas y han ocasionado un gran sufrimiento debido a la manera disfuncional de abordar las relaciones. Es importante entender como fuimos introducidos a nuestro despertar sexual y que tipo de mensajes recibimos en nuestro entorno familiar cuando fuimos creciendo, la madurez sexual es un proceso y es vital conocer que factores fueron los que acompañaron nuestra evolución desde el principio para entender lo que somos ahora.
Si en el presente padecemos alguna disfunción sexual es seguro que en menor o mayor grado estemos inmersos en un sentimiento de culpabilidad que solo hace que agravar más la situación en la que nos encontramos.
La culpa es lo primero que debemos trabajar cuando queremos superar una disfunción sexual, es inmovilizante y una pérdida de energía psíquica, es un sentimiento que no va a producir ningún cambio positivo por si mismo, esta sensación de fracaso nos mantiene en un estado permanente de ansiedad ante la interacción sexual, creando el terreno fértil para que se cronifique el trastorno que padecemos. El primer paso a dar para empezar a superar las disfunciones sexuales es erradicar por completo el sentido de culpa que nos atormenta, debemos trabajar en restaurar nuestra autoestima que ha sido mermada debido a los sentimientos de insuficiencia que padecemos.
Debemos buscar la ayuda terapéutica adecuada para empezar a implementar las técnicas y ejercicios que sean convenientes para nuestra disfunción particular. Movilizarnos para encontrar una solución nos devuelve de nuevo el poder para restaurar el goce en nuestra vida sexual, la culpa sin embargo es una emoción que bloquea e interfiere enormemente el proceso curativo. Focalizando nuestra intención en como superar el problema nos desvía de actitudes victimizadoras que lo único que aportan es mantenernos en un circulo recurrente sin salida.