NEUROPSICOANÁLISIS

La mente es el fenómeno emergente más difícil de entender debido a que no podemos diseccionarla con un escalpelo y analizar sus elementos microscópicos constituyentes, la totalidad de su naturaleza es más que la suma de sus partes, que depende en gran medida de la interacción de los componentes que la forman entre ellos y con su entorno. La mente es un fenómeno experiencial y totalmente dinámico que pertenece al ámbito de lo subjetivo donde el sujeto se va conformando a medida que se desarrolla su mundo externo y objetivo.

El cerebro es el órgano que centraliza la actividad del sistema nervioso de los vertebrados, la experiencia mental ocurre en él pero los científicos aún no han podido determinar cómo se origina este proceso que se manifiesta en un campo unificado de consciencia. La neurociencia estudia el cerebro desde un punto de vista objetivo externo, mientras que el psicoanálisis estudia las funciones de la misma parte de este órgano-sistema desde el punto de vista subjetivo siendo parte intrínseca de su naturaleza, esta disciplina ha desarrollado una gran cantidad de conocimiento clínico sobre el funcionamiento de la mente en los últimos cien años.

El neuropsicoanálisis ha nacido para explorar la interfaz entre el conocimiento neurobiológico y los modelos psicoanalíticos de la mente humana, son dos campos de conocimiento que esencialmente estudian los mismos fenómenos pero en diferentes niveles de investigación, esta unión favorece entender las dinámicas de la mente y los fundamentos del cerebro humano.

En la época en que nació el psicoanálisis justo se empezaba a entender el funcionamiento de las neuronas y su papel fundamental dentro del sistema nervioso, la doctrina de la neurona es uno de los pilares fundamentales de la neurociencia.

Ahora con los avances tecnológicos que nos dan una ventana a un cerebro activo, podemos vincular los procesos cerebrales con conceptos psicoanalíticos, ideas que enfatizan las capas profundas e inconscientes de la mente, el papel central de las emociones, las relaciones interpersonales en la vida mental, y la importancia de las representaciones mentales. La neurociencia empieza a investigar los mecanismos cerebrales de los procesos intrapsíquicos consiguiendo de este modo avanzar enormemente en la investigación cerebral y remediar la exclusión típica de la neurología clásica del estudio de los fenómenos de la mente subjetiva.

Los últimos descubrimientos en neurociencia sitúan a las emociones como la clave central sobre la que se estructura todo nuestro sistema cognitivo, las emociones básicas se producen en el sistema límbico donde se regulan las respuestas fisiológicas frente determinados estímulos, el sistema límbico interacciona muy velozmente (y al parecer sin que necesite mediar estructuras cerebrales superiores) con el sistema endocrino y el sistema nervioso periférico.

Las decisiones aparentemente racionales y conscientes que tomamos parten del sistema límbico a partir de emociones que más bien son inconscientes.

De los primeros años de vida no tenemos recuerdos sobre las experiencias vividas debido a que el hemisferio izquierdo verbal deviene activado más tarde, durante el segundo o tercer año de vida, y solo después de la activación del hemisferio derecho que es no-verbal. No tenemos recuerdos contextuales de nuestra infancia pero si memorias procedimentales y emocionales, esto concordaría con los conceptos de trauma y apego freudianos que afectan profundamente la personalidad adulta.

El concepto de Libido descrita en el psicoanálisis se podría explicar a través  del sistema de recompensa del cerebro, este sistema sería el encargado de responder a las gratificaciones naturales de supervivencia básica como el sexo, este sistema a través de la dopamina, produce que tengamos propensión a repetir conductas y estímulos que nos gustaron en el pasado.

La neurociencia también podría dar una respuesta al comportamiento edípico, el cual es observable en los primates y que puede ser entendido como un esfuerzo por integrar los sistemas de lujuria que son regulados por la hormona esteroidea testosterona.

El neuropsicoanálisis como unión interdisciplinar permitirá a través de los modelos de la neurociencia y las construcciones psicoanalíticas, reconfigurar un nuevo contexto para el tratamiento de las enfermedades y disfunciones de origen psíquico y  el psicoanálisis en su encuentro con lo científico ayudará a conformar una experiencia de lo humano más cognoscible.