OMNIPOTENCIA MÁGICA

La omnipotencia constituye una característica de la mente infantil, el pensamiento mágico describe una realidad donde todas las necesidades están cubiertas por la madre o cuidadora, los deseos se satisfacen de una manera mágica, donde no hay diferencia entre la obtención del deseo y el acto de desear, a través de sus exigencias el bebé puede modificar instantáneamente una situación desagradable y reducir su ansiedad.

Al nacer no poseemos un sistema psíquico que pueda diferenciarnos del medio donde existimos, solo somos subjetividad, no hay una identidad estructurada, ésta se ira configurando a medida que vayamos evolucionando.

El sistema psíquico se va a ir conformando a través de diferentes niveles que se van a ir superponiendo a medida que se interacciona con el medio y se adquiere experiencia, el núcleo primitivo queda en la parte inconsciente de nuestro psiquismo, allí queda en un estado de latencia, en el inconsciente no existe el tiempo. Esta omnipotencia representa una expresión característica del sistema inconsciente que forma parte de nuestra mente y de los procesos primitivos del desarrollo psíquico, pero si consideramos que los procesos inconscientes son las verdaderas bases de la actividad psíquica, y tomamos en consideración la participación de la omnipotencia en estos procesos, comprenderemos que su influencia se verá plasmada a través de nuestras pulsiones y pueda afectar nuestros afectos y deseos.

La omnipotencia en los primeros estadios del yo primitivo es evolutiva, pero en el narcisismo  es secundaria, en la neurosis y la psicosis es patológica y también en las demás alteraciones de la personalidad referidos a estadios del yo no evolucionados. 

El concepto de Freud sobre narcisismo donde la omnipotencia encuentra su vía de expresión, se basa en que la libido infantil se encuentra concentrada en el Yo primitivo, pero el hombre permanece hasta cierto punto narcisista, aún después que haya encontrado objetos externos para la expresión de la libido en su fase adulta. Esta configuración autocentrada primitiva que sigue formando parte de la psique madura puede desarrollar personalidades egoístas y dirigir de una forma ciega los acontecimientos de la vida desde niveles muy primarios de la mente.

La omnipotencia está relacionada en la fase adulta con la megalomanía, donde la consciencia de sí mismo totalmente deformada y engrandecida se considera capaz de dominar el mundo, cuando se retira la carga libidinosa de nuestras relaciones externas, el yo se magnifica desmesuradamente. En el momento que se forman estados patológicos durante el desarrollo psíquico, la omnipotencia puede llegar a ser muy peligrosa porque te despoja del contacto con la realidad, solo una terapia enfocada a conectar con el núcleo de estos introyectos psíquicos, puede garantizar que se pueda llegar a tomar consciencia de su existencia debido a que éstos solo se expresan a través de las acciones y decisiones, quedando disociado el yo de sus emociones.