PSICOANÁLISIS

El psicoanálisis sigue vigente más que nunca a pesar de los intentos desde otras disciplinas de relegarlo al baúl de los recuerdos, si algo tiene el psicoanálisis es intemporalidad, esta facultad de residir fuera del tiempo viene dada por el inconsciente, que es el concepto fundamental en la teoría psicoanalítica. El inconsciente es un estamento que forma parte de nuestro sistema psíquico, a el cual la consciencia no tiene acceso y todo en él es presente, no reconoce pasado ni futuro, sin embargo estos contenidos inconscientes tienen la facultad de expresarse como afectos reprimidos en nuestro sistema a través de los síntomas. No tenemos consciencia de ellos pero si se revelan en nuestro organismo haciéndose evidentes a través de múltiples vías.

Cuando hablamos de afectos entramos en el terreno de lo subjetivo y aquí la ciencia se rasga las vestiduras por ser éstos poco empíricos, Freud se adelantó a su tiempo, si hubiera nacido ahora, sería coetáneo con las neurociencias y la física quántica, que nos hablan del “ inconsciente neuronal” o la relación entre pensamiento y realidad a través de la figura del observador.

El psicoanálisis es una herramienta introspectiva que nos introduce en el mundo de los afectos, éstos componen nuestra esfera más íntima y personal, es decir forman “nuestra realidad “, moldeada por todos los conceptos y creencias que forman parte de nosotros desde que organizamos nuestra identidad. Sabemos que nuestro psiquismo crece a través de las interacciones con el medio, el psicoanálisis concibe al individuo como un todo, compuesto por el hábitat donde se constituyó, progenitores, familia, educación etc.

La humilde finalidad del psicoanálisis es que conozcamos quienes somos, que entendamos como se configuraron nuestros estamentos mentales y que fuerzas están activas en nuestra psique, nos da la oportunidad de conocer por que actuamos y la razón de las elecciones que tomamos.

La lucha entre las pulsiones, partes más arcaicas de nuestro psiquismo y las propias prohibiciones configurarán la dinámica elemental desde donde se desarrolla todo ser humano. El psicoanálisis confiere una oportunidad de alumbrar todo esta psicodinámica regida por todo lo que sentimos o hemos sentido, trabaja desde una perspectiva no temporal, vivencia al individuo más holísticamente integrando las formaciones afectivas menos conscientes dentro de la propia persona. El vínculo intersubjetivo que se crea entre el analista y su paciente es el que produce la condición indispensable para que el psicoanálisis obtenga los resultados que busca.

Debido a la preparación del analista en su formación académica a través de un psicoanálisis propio, los conflictos inconscientes del analista no crean interferencia con el analizado, quedando así garantizada la neutralidad necesaria para ayudar a reconstruir con los nuevos insights, los diferentes niveles constitutivos de la psique.