PSICODINÁMICA DE LA DEPRESIÓN

La depresión es un estado de sufrimiento donde el yo ha quedado herido, no solo su mirada ha sido ensombrecida viéndolo todo sin sentido, sino que el sujeto siente que no es nadie, su amor propio se ha desvanecido. Ha perdido el objeto que causa su deseo, puede ser cualquier cosa valorada: estatus, juventud, bienes, autoridad ; creemos que es la pérdida de un objeto amado lo que genera el sufrimiento, pero en realidad la aflicción se produce por la pérdida del propio apego.

Es como si hubieras perdido una parte irrecuperable de ti mismo y una fuente irremplazable de felicidad, el apego es una inversión de energía emocional que a su debido tiempo debe volverse a reinvertir.

La pérdida provoca reacciones fisiológicas y cambios en los neurotransmisores del cerebro, hay una disminución en los niveles de serotonina del cerebro y una depresión del sistema inmunológico. En los duelos patológicos se siente una pérdida irrecuperable del objeto que es causa del deseo y se buscará en cada vacío donde pueda arrojarse uno a su encuentro, la desesperación está en la base de la depresión, desprovisto de perspectiva, el deprimido renuncia de alguna manera a seguir existiendo.

No vislumbra nada más allá de su dolor, ha sido despojado de un deseo psicológicamente irrenunciable, solo la tristeza acompaña su existencia.

Existen varios tipos de trastornos depresivos los más comunes son: el trastorno depresivo mayor y el trastorno distímico o distímia que se caracteriza por síntomas de larga duración aunque menos graves. La depresión debe ser siempre tratada por un médico o psicoterapeuta y deben ser diagnosticadas las enfermedades que pueden coexistir con el cuadro depresivo y discernir si es necesario el empleo de medicación.

Dentro de la psicoterapia analítica para el tratamiento de la depresión el objetivo terapéutico se centra en descubrir la vía particular a través de la cual el paciente llegó a deprimirse, este proceso nos conduce al establecimiento del foco dinámico que será trabajado en la terapia, este foco es el patrón que se repite que nos enseña donde está el conflicto y como debemos abordarlo para superarlo. Nuestro dolor debe convertirse en el tiempo de tratamiento en un catalizador, para que podamos asimilar las perdidas que no han podido ser en su momento debidamente metabolizadas en nuestro sistema.