AMBIVALENCIA AFECTIVA
El primer vínculo que nos ampara cuando llegamos a este mundo es el materno, en él encontramos el sustento imprescindible para asegurar nuestra supervivencia, este nexo de unión tan intenso desde el primer hálito de vida, está lleno de afectos profundos que forjarán nuestros arquetipos primitivos de conducta con nuestras primeras relaciones objetales.