Para encontrar las raíces de la imagen que tenemos sobre nosotros mismos debemos remontarnos a nuestros primeros años de vida, nuestra individualidad nace al trascender la unión simbiótica materna. Los primeros vínculos con los que intercambiamos afectos fueron quienes moldearon nuestra autoimagen, en ellos nos vimos reflejados y conformaron nuestro aut

Ser es nuestro derecho constitutivo pero al nacer no somos conscientes de nuestra legítima condición, debido a nuestra simbiosis inicial con el medio en el cual crecemos, no podemos percatarnos de nuestra propia existencia como entes autónomos. Emergemos en un entorno afectivo que nos permite desplegar todo el potencial que albergamos, esta inmersión ini