LA CONSCIENCIA: UN NUEVO PARADIGMA

Los nuevos paradigmas siempre parecen imposibles porque están muy lejos de nuestra visión cotidiana y objetiva de las cosas, cuando estos modelos aparecen en nuestro panorama, deben pasar por un proceso muy largo de acondicionamiento para que nuestras mentes racionales puedan adaptarse, sin mucha resistencia, a las nuevas formas de realidad que los científicos nos revelan con sus nuevos descubrimientos.

La complejidad para entender las nuevas proposiciones radica en nuestras propias limitaciones, que nos imponen nuestros sistemas perceptivos, acerca del mundo fenoménico que nos rodea.

La ciencia ha descubierto a través de la física de partículas que la visión actual que tenemos del universo fragmentada y mecanicista es incorrecta, el universo es un todo holístico e interconectado y quien produce esta unión en un nivel fundamental es la Consciencia.

Ésta es descrita como la propia realidad energética potencial, y en su potencialidad es a la vez “causalidad” y “finalidad”, este campo de consciencia que nos rodea y del que también formamos parte es quién colapsa la función de onda de las partículas elementales, para crear la realidad tangible y concreta que conocemos, el mundo mensurable y observable, resulta ser un mundo de efectos sin ningún poder intrínseco. Como la ciencia ha descubierto, el verdadero poder creativo reside finalmente en los dominios infinitamente poderosos de lo invisible y lo no lineal, la realidad desaparece ante nuestros ojos y entramos en el terreno de lo subjetivo, descubriendo que para conocer la verdadera naturaleza de las cosas debemos ir más allá de los límites de la percepción.

La Consciencia se erige desde la nueva perspectiva científica como la causa del mundo de formas que conocemos y esto nos revela, que estamos gobernados por una Causación Descendente, lo que implica que lo más sutil es origen de todas las partículas que forman lo que conocemos a nivel objetivo o perceptivo como materia.

El empirismo científico ha hecho un verdadero salto cuántico sin pretenderlo, al entrelazar el comportamiento de la naturaleza a escalas espaciales pequeñas, con los  fenómenos de la autotrascendencia mística, descubriendo que al final, después de siglos con caminos divergentes, nunca estuvieron tan separados como creían, las dos representaciones de la realidad han llevado al mismo punto desde diferentes vías, los primeros han necesitado de la  refutación experimental para aceptarlo.

Con la aparición de este nuevo contexto, a la luz de los últimos descubrimientos, también se abren ante nosotros nuevos niveles de conocimiento para explorar y una oportunidad única de trascender nuestro actual estado de desarrollo. Debido a que nuestro nivel de entendimiento y consciencia forma y limita la realidad que nos rodea, todo depende de la perspectiva del observador, aquí en lo local todo es relativo y el único criterio que tenemos, es la información que recibimos a través de nuestras percepciones, pero no olvidemos que éstas son engañosas y limitan enormemente la aprehensión de lo que es realmente verdadero e inmutable.

El nuevo paradigma nos lleva justo al borde de la madriguera, todo lo que ocurra después depende de nosotros.

Si logramos traspasar el umbral nuestra percepción va a transformarse en un flamante despertar, esta nueva visión, va a provocar una respuesta de apoyo desde los niveles superiores de Consciencia y descubriremos que nuestra intención focalizada en conocer lo superior, puede ser el catalizador que nos desconecte finalmente del apego que tenemos a los sentidos.