SÍNTOMAS
Nuestra vida en esta realidad nos desafía sin cesar, debemos defendernos de multitud de situaciones estresantes con nuestro elemento psíquico en perfectas condiciones, desgraciadamente nuestros estamentos mentales que se configuran mientras crecemos, no siempre nos pueden preservar del sufrimiento. Por el camino hemos tenido que batallar con un sinfín de contiendas y nuestro sistema se resiente, físicamente cuando algo no funciona tenemos una serie de indicios que nos señalan hacia que órgano o sistema debemos mirar, esto nos ayuda ha encontrar la causa de nuestro malestar.
Pero en el padecimiento psíquico solemos confundir el síntoma con la enfermedad, la ansiedad o la depresión, como ocurre en los procesos orgánicos, solo son trastornos que revelan que existe una causa más profunda que engendra todo nuestro sufrimiento.
Cada síntoma mental es una pista para resolver que conflicto subyace detrás de él y contiene en su interior el origen para su curación, los síntomas pueden llegar a ser tan invalidantes que ponemos toda nuestra energía en suprimirlos, si no encontramos la fuente de donde proceden, no podremos solventar nuestro dolor. Todos los signos psíquicos patológicos que no podemos resolver suelen responder al mismo tipo de compulsión repetitiva, como un ritual, con el fin de proteger a quien los sufre de algo que teme aún más, un conflicto no resuelto, un trauma que no podemos revivir… esta energía se configura en todos nuestros síndromes que no nos dejan descansar.
El síntoma es solo una luz roja en nuestro sistema que nos indica la urgencia de revisar, de encontrar que es lo que se quedó por el camino que no pudimos tramitar, es un aviso de que debemos descubrir que emociones no hemos podido expresar. Es un arduo y valeroso trabajo de búsqueda personal pero con una gran recompensa de salud y bienestar, si encontramos el coraje suficiente para enfrentar y entender todo nuestro sufrimiento interior, podremos ser libres del dolor que oprime nuestra preciada vitalidad.